Los términos moral y ética se utilizan indistintamente en la vida cotidiana por que tienen una etimología muy similar.

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Nota:
Etimología: la etimología es la disciplina o ciencia propia de la lingüística que se dedica al estudio del significado original de las palabras.

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Tanto el vocablo latino "mos" como el griego "ethos" tienen o vienen a significar carácter o costumbre; lugar desde donde los seres humanos proyectan su vida. Sin embargo resulta útil establecer una distinción semejante a la que José Luis Aranguren introduce entre "moral vivida" y "moral pensada".
La moral vivida es algo que las personas y las sociedades experimentamos en la vida cotidiana; la ética o moral pensada es la reflexión que los filosofos han hecho y hacen sobre la moral.
Dependiendo de las respuestas que se den a preguntas tales como "¿Qué es la moral?", "¿Cómo se fundamenta?" y "¿Cómo se aplica a la vida lo descubierto mediante la reflexión filosófica?", se han ido articulando a lo largo de la historia las distintas teorías éticas.
No existe la moral como existen la geografía o la química, si no que existe una dimensión de las personas y sociedades a las que llamamos: moral. "Ser moral" es un quehacer, una tarea; ir adquiriendo unas costumbres forjándose un caracter desde el que construir la propia vida; pero ir forjándose un buen carácter.
Ser moral es estar entrenado para responder con altura humana a cualquier reto que se nos presente. Una "buena persona" consigue como decía el pensador español Ortega y Gasset, estar alta de moral y no desmoralizar.